Pues tras muchos rumores que le colocaban en los Lakers, Dallas y otros tantos equipos. Al final ha terminado en Detroit, un equipo en reconstrucción con el que no ganará muchos más partidos que con Toronto.
Ha sido un cambio entre tres equipos (Memphis, Toronto y Detroit) donde se han movido varios jugadores, rondas de draft y compensaciones económicas en el clásico mega-trade al que la NBA ya nos tiene más que acostumbrados.
Mucha suerte a José Manuel Calderón, un tipo genial y muy simpático. Que no lo pase muy mal lo que queda de temporada y que este verano cuando sea dueño de su destino y pueda elegir equipo, esperemos que por fin optar al anillo (o al menos a los playoffs).